Debido a las reparaciones económicas impuestas a Alemania tras su derrota en la Primera Guerra Mundial, la compañía ferroviaria alemana, la Deutsche Reichsbahn, careció durante una serie de años del dinero necesario para una expansión adecuada y para un mantenimiento suficiente de su red de vías y material rodante.
[2] Después de la toma del poder de Hitler al frente del Partido Nacional Socialista, el tráfico comercial y civil aumentó debido a los estímulos económicos, y los ferrocarriles alemanes debieron enfrentarse a un serio problema de capacidad.
Como resultado de esta situación, y en parte impulsado por sus objetivos militares, el gobierno comenzó a preparar planes para modernizar la red ferroviaria y aumentar su capacidad de transporte.
Sin embargo, estas objeciones fueron ignoradas por Hitler, quien ordenó que se construyeran las primeras líneas del Breitspurbahncon entre Hamburgo, Berlín, Núremberg, Múnich y Linz.
Durante la Segunda Guerra Mundial, 100 funcionarios y 80 ingenieros continuaron trabajando en el proyecto.
Debido a que no se usaban traviesas, esta vía también habría podido utilizarse como una pista adecuada para fines de mantenimiento y militares.