El concepto también fue adoptado por muchos industriales de la época, como Orenstein & Koppel[2] o Pétolat.
Seleccionó el sistema del ingeniero inglés John Fowler, que permitía arar usando un locomóvil y un arado reversible.
Después de probar este sistema, lo rechazó por consideralo demasiado frágil.
Aquella temporada, en la granja de Decauville se había decidido cultivar una gran superficie con remolacha azucarera y la cosecha iba a ser excelente.
Decauville se acordó del sistema Corbin, y decidió que sus talleres fabricaran unas vías compuestas por dos carriles de sección cuadrada separados entre sí 400 mm, y fijados mediante traviesas de hierro planas.
Este diseño permitía que los carriles no se hundieran en el suelo.
Decauville propuso utilizar estás vías para el transporte de los visitantes, pero se le denegó la autorización.
Sin embargo, ofreció la misma instalación al Jardín de Aclimatación, que lo acepta.
Debido a su mayor facilidad de transporte, también fue utilizado por las tropas para reconstruir los ferrocarriles en las líneas del frente.