Algunas son reconocidas a nivel mundial, mientras que otras están menos extendidas y, en muchos casos, son prácticamente desconocidas fuera de su círculo de origen.
Las escalas pueden expresarse como una relación numérica (por ejemplo, 1/87 o 1:87) o como letras definidas en los estándares de modelismo ferroviario (como por ejemplo, H0, OO, N, 0, G, TT y Z).
A nivel mundial, las dos organizaciones con los estándares más extendidos son la NMRA en Norteamérica y la MOROP en Europa, con su estándar NEM.
Si bien los primeros anchos no oficiales más populares hicieron posible intercambiar trenes y vías, el material rodante todavía era solo una aproximación somera del prototipo a escala real.
Un ejemplo típico son las pestañas de las ruedas, que deben ser proporcionalmente mayores cuanto más pequeño es el modelo para garantizar que el material rodante más ligero y de menor tamaño no descarrile tan fácilmente como lo haría si se usaran la misma proporción de las pestañas en todas las escalas.
Las escalas cercanas entre sí también son difíciles de distinguir a simple vista.