Este sistema tiene la particularidad de que se enlazan dos ejes simples pivotantes (cada uno colocado en un extremo del vagón), utilizando dos barras diagonales.
El enlace entre los dos ejes permite mejorar la inscripción en las curvas cerradas del vagón (posibilitando un cierto grado de convergencia entre los dos ejes), garantizando a su vez el mantenimiento de su correcta orientación en los tramos rectos.
Las pestañas inusualmente grandes en las ruedas de acero guían los bogíes al atravesar los desvíos estándar, y además evitan que el tren descarrile en caso de que los neumáticos se desinflen.
Los carriles generalmente se inclinan hacia adentro con la misma pendiente que la conicidad de las ruedas.
Los Ferrocarriles de Queensland, durante sus primeros cien años, utilizaron ruedas cilíndricas y carriles colocados verticalmente.