Esto produce vibraciones en la rueda, que aumentan hasta alcanzar una amplitud audible y estable.
[1] Lubricar los carriles para evitar el problema tiene una eficacia limitada.
La restricción de la velocidad también reduce, pero no siempre anula, los niveles del ruido producido.
[2] El mecanismo que causa el chirrido también es la causa del desgaste generado tanto en los rieles como en las ruedas.
Entre los factores que influyen en la generación de ruido, figuran: