La esquistosomiasis (antiguamente llamada bilharziasis o bilharziosis) es una enfermedad parasitaria producida por gusanos platelmintos de la clase trematodos del género Schistosoma (castellanizado esquistosoma).
Gracias a los esfuerzos de la OMS cada vez son más los países que consiguen erradicar la enfermedad.
Los miracidios suelen infectar el pie musculoso de los caracoles, donde poco después se transforman en esporocistos primarios.
Su actividad se ve estimulada de forma significativa cuando se producen turbulencias en el agua, sombras y compuestos químicos para la piel utilizados por humanos, combinación típica de la presencia humana en el agua.
Precisamente es en esta fase del ciclo cuando tienen capacidad de infectar al hombre y otros mamíferos.
Tras 1-2 días bajo la piel pasan al flujo sanguíneo hasta llegar a los pulmones, donde continúan su ciclo vital.
Los daños ocasionados por el parásito se deben por las cercarias en su paso a través la piel y los gusanos adultos en su tránsito sistémico.
Al atravesar la piel, las cercarias causan daño mecánico y traumático localizado con hipersensibilidad, urticaria y/o dermatitis.
Ocasionalmente se producen lesiones del sistema nervioso central por el depósito de huevos de esquistosoma en el cerebro (S. japonicum) o en la médula espinal (S. mansoni y S. haematobium, llevando a la mielitis e incluso a la paraplejía flácida).
La referencia de diarrea, dolor abdominal, hepatomegalia y/o esplenomegalia con o sin ascitis señalan a una posible enfermedad crónica.
Dado que la presencia de huevos en heces es intermitente, las pruebas diagnósticas deben ser repetidas con cierta periodicidad.
Otra técnica, útil en análisis clínicos y en investigaciones epidemiológicas, es la detección de anticuerpos contra el esquistosoma mediante una reacción fluorescente indirecta.
Debido al bajo coste del medicamento y a los pocos efectos secundarios que produce, esta estrategia se considera mucho más efectiva que realizar pruebas previas para detectar quién está infectado.
En 1983, Akliku Lemma y Legesse Wolde-Yohannes recibieron el Right Livelihood Award por su investigación sobre la planta Phytolacca dodecandra como medida preventiva de esta enfermedad.
Por ello, se han hecho estudios que evalúan los efectos producidos por estas intervenciones en el crecimiento, los logros educacionales, la cognición, la asistencia escolar y la calidad de vida, además de ciertos efectos adversos en niños que habitan en estas zonas.
Por su parte, la desparasitación para combatir solo la esquistosomiasis tal vez aumente levemente el peso, pero no genera ningún otro impacto.
Es preciso explorar políticas adicionales que mejoren la salud y nutrición de los niños en zonas endémicas.