[1] Si los eosinofilos superan la cifra considerada normal ello no constituye una enfermedad, pero puede orientarnos sobre patología subyacente pues es una respuesta inmunitaria.
Una vez que los eosinófilos se han originado en la médula ósea, entran en el flujo sanguíneo, pero permanecen allí sólo unas pocas horas antes de emigrar a los tejidos del organismo.
Múltiples causas, pero las graves suelen dar previamente otros síntomas o signos: Hay predominio eosinófilo, pero con leucocitosis desviada a la izquierda Suele ser en casos avanzados que por lo tanto han dado ya otros síntomas Por ello no sirve la determinación de eosinófilos para descartar o buscar un cáncer incipiente.
Antes de empezar el tratamiento, debe asegurarse que la eosinofilia no está causada por una infección parasitaria o una reacción alérgica.
Si este tratamiento no es eficaz, pueden utilizarse otros medicamentos, combinados con un procedimiento que elimina los eosinófilos de la sangre (leucaféresis).