[4] Schistosoma japonicum es el único parásito sanguíneo humano que se desarrolla en China, Filipinas y Sri Lanka.
[8] Los síntomas que puede experimentar una persona infectada incluyen: fiebre, tos, dolor abdominal, diarrea, hepatoesplenomegalia y eosinofilia.
Los machos de esta especie son ligeramente más grandes que los otros esquistosomas y miden ~ 1.2 cm por 0.5 mm.
Vistos al microscopio electrónico no hay protuberancias o espinas en la superficie dorsal del macho, que tiene surcos y presenta una apariencia esponjosa.
En resumen, los huevos del parásito son liberados en las heces y si entran en contacto con agua estos eclosionan en larvas nadadoras libres, llamadas miracidios.
Una vez que la cercaria penetra la piel de su hospedero esta pierde su cola y se convierte en una esquistosómula.
Los gusanos entonces migran a través de la circulación acabando en las venas mesentéricas donde se reproducen y ponen huevos.