La capilla inferior, dedicada a San Basilio el Grande, es una oscura estructura románica que se mantiene prácticamente en estado original.
La reliquia se encuentra en la capilla superior, reconstruida en estilo gótico durante el siglo XVI, y renovada numerosas veces durante el siglo XIX en estilo neogótico.
[1] Construida entre 1134 y 1149, la capilla está dedicada a San Basilio el Grande, de quien el conde Roberto II de Flandes trajo una reliquia desde Kayseri, (Capadocia, Anatolia, en la actual Turquía).
En el tímpano situado sobre la entrada que une la capilla y el anexo se ve una representación del bautismo de San Basilio que data del siglo XII.
Construida originalmente en estilo románico como la capilla de San Basilio, la iglesia superior fue transformada a finales del siglo XV al estilo gótico, y de nuevo renovada en 1823.
La Revolución francesa dejó la escalera muy dañada, y en 1832 se decidió moverla 4 metros hacia atrás y reconstruirla después de eliminar las ruinas de la Oud Steen.
Durante el siglo XIX, las sucesivas campañas de renovación dieron a la capilla su aspecto final neogótico, con sus características decoraciones murales.
En la parte superior, el «Misterio de la cruz» representa a Cristo derramando su sangre, y al fondo, las ciudades de Belén, donde nació, y Jerusalén, donde murió.
[6] La Procesión de la Santa Sangre parece haber surgido como ceremonia cívica a finales del siglo XIII.
Cada cinco años se representa el Jeu du Saint Sang[10] El relicario utilizado durante la procesión, que se exhibe en el museo de la basílica, fue elaborado en 1617 en Brujas por el orfebre Jan Crabbe con unos 30 kg de oro y plata y más de 100 piedras preciosas.
[11] La obra de teatro se publicó por primera vez en 1938 y fue traducida al francés por Émile Schwartz.