En 1123, Sibila se casó con Guillermo Clito, hijo del normando Roberto Courthose y futuro conde de Flandes.
Fulco se opuso a dicha anulación y no dio su consentimiento hasta que Honorio lo excomulgó e impuso un entredicho sobre el ducado de Anjou.
Sibila acompañó entonces a su padre al reino cruzado de Jerusalén, donde Fulco, viudo, se casó con Melisenda, heredera del reino, y se convirtió en rey en 1131.
En 1139, Sibila se casó con Teodorico, conde de Flandes, que hacía su primera peregrinación a Tierra Santa.
Volvió a Flandes con su nuevo marido, y cuando este partió a la Segunda Cruzada, Sibila, que se hallaba embarazada, actuó como regente del país.