Durante la dictadura se cometieron graves y diversas violaciones de los derechos humanos, razón por la cual ha sido criticada tanto en su país como en el resto del mundo.
[8] En 1998 hacía años que Pinochet había dejado el poder en Chile, pero todavía conservaba gran influencia en las instituciones gracias a la ley fundamental que aprobó antes de abandonar el poder.
[14]Los cargos contra Pinochet incluían 94 denuncias de torturas a ciudadanos españoles, el asesinato en 1975 del diplomático español Carmelo Soria y conspiración por cometer tortura.
[19] Durante toda la detención de Pinochet en el extranjero, tanto Tony Blair, primer ministro del Reino Unido, como la Santa Sede optaron por mantenerse al margen, dejando el caso a la justicia.
Una ajustada mayoría del Senado chileno rechazó oficialmente la detención, y el presidente Eduardo Frei llegó a convocar al Consejo de Seguridad Nacional y rechazar las peticiones fiscalizadoras del juez Garzón.
Al mes siguiente, Pinochet fue interrogado y quedó bajo detención preventiva en su domicilio de La Dehesa.
Paralelamente a lo anterior, se le diagnosticó demencia vascular subcortical.
Ese mismo día Pinochet renunció a su cargo de senador vitalicio, cediendo a la fuerte presión de la oposición política y el gobierno.
[2] Durante 2006, antes de sufrir el paro cardíaco que lo llevaría a su muerte, sin llegar a ser condenado con más de 300 cargos contra él en Chile,[14] volvió a perder su inmunidad parlamentaria en dos ocasiones: en septiembre, para ser juzgado por las torturas en el centro de detención de Villa Grimaldi, y en noviembre, por la desaparición del sacerdote español Antonio Llidó Mengual, detenido en 1974.