Ante la imposibilidad de volver a España, Soria se quedó en el país sudamericano, donde se insertó en la industria literaria y editorial junto a su hermano mayor Arturo, quien ya vivía en Chile.
Tuvo amistades con Pablo Neruda y otros intelectuales chilenos de la época.
En 1956 se casó con Laura González-Vera Marchant, de profesión médico[5] e hija del premio nacional de literatura José Santos González Vera; tuvieron tres hijos: Laura, Carmen y Luis.
En 1960, Soria ingresó a la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe, dependiente de las Naciones Unidas.
[2] La prensa nacional expuso profusamente el caso como un accidente, vinculado a los excesos y la infidelidad,[8] lo que luego se reveló como un montaje para cubrir el asesinato del editor,[9] en una acción que ha sido frecuente en otros casos de violaciones a los Derechos Humanos, como el caso de la profesora comunista Marta Ugarte.
[17] Estas denuncias dieron paso al llamado "caso Pinochet",[17] en el que la justicia española reunió e investigó decenas de testimonios y datos de chilenos y extranjeros denunciando las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Chile al alero del régimen dictatorial.