A su regreso a Chile asumió como jefe de la Casa Militar, y en 1968, ya como coronel, fue nombrado edecán del presidente Eduardo Frei Montalva.
En esa calidad, mantuvo reuniones conspirativas con efectivos de la Armada que originaron el golpe de Estado al gobierno del presidente Salvador Allende, entre ellos José Toribio Merino y Patricio Carvajal.
El juez Juan Guzmán Tapia lo sometió a proceso en 2000, por el caso Caravana de la Muerte.
El Fisco deberá pagar 80 millones de pesos a las querellantes del caso.
Al día siguiente, sus familiares y amigos le hicieron un funeral privado en el Cementerio Católico, siendo sus restos posteriormente cremados.