Todas ellas datadas en el IV milenio a. C. Durante el siglo XII a. C., la cultura de Chavín o Cupisnique se propagó por toda la costa y los andes centrales, dando paso tras su declive a diversos estilos regionales como los de la culturas Paracas, Vicús, Cajamarca, Moche, Recuay, Lima, Pucará, Nazca, Huarpa y Tiahuanaco.En esta época se desarrollaron los lambayeques, chimúes, chancay, ichma, maranga y chincha en la costa, a la par de chachapoyas, huamachucos, huancas, chancas, collas, lupacas, chiribayas e incas en las tierras altas.La mayor parte de la costa peruana, pese a hallarse en el trópico, tiene características subtropicales: no llueve, el suelo es árido.Ello permitía que las diferentes sociedades andinas pudieran tener acceso a una gran variedad de productos agrícolas en espacios relativamente cercanos donde imperaban condiciones ecológicas distintas.Para que una cultura llegue al «formativo», debe haber tenido un desarrollo sostenido, desde los inicios de la revolución agrícola hasta que las comunidades aldeanas entran en crisis, por su complejidad, en su avance hacia un control administrativo central y estatista.En este quehacer, muchas veces se sucedieron guerras o luchas entre civilizaciones, que terminaron por tomar una de otras algunos elementos que les servían e incorporarlas a su bagaje cultural; en otros casos fue un desarrollo individual, sin injerencia externa.Así las cosas, no se descarta influencia por ejemplo en la cerámica, de culturas colombianas o centroamericanas.Durante el Virreinato e inicios del Perú, el pasado preinca era muy remoto, difuso y poco comprendido.Y ello pese a que la arqueología está aportando permanentemente nuevos datos para su interpretación.Los Intermedios serían momentos de florecimiento regional, donde existen marcadas diferencias entre una sociedad y otra.Aunque no hay mayores cuestionamientos a los períodos que van desde el Intermedio Temprano hasta el Horizonte Tardío, los términos Horizonte Temprano y período inicial no gozan ya del favor de los arqueólogos.(que se refiere a un momento donde gran parte de los Andes está incluida por la misma cultura).Se le llama a esta etapa Intermedio Tardío o período de los Estados regionales entre otros.Finalmente una nueva y brevísima integración regional (1450–1532) dirigida por unos de esos estados, el Imperio incaico, da origen a una etapa conocida como Horizonte Tardío.[5] En el periodo formativo de la zona centro andina se consolida la vida aldeana y las actividades organizadas de supervivencia colectiva (agricultura y ganadería), las jerarquías sociales van avanzando en complejidad, los centros ceremoniales aumentan en número, al igual que la población que experimenta un gran avance demográfico.[5] Algunos estudiosos plantearon que el periodo formativo se iniciaba con la aparición de la alfarería, pero este argumento es arbitrario pues existieron en la zona centro andina civilizaciones complejas sin cerámica, como lo demuestran los descubrimientos en Caral, El Áspero (Supe), El Paraíso (Chillón), La Galgada y Huaricoto (callejón de Huaylas).[5] Para que a un grupo humano se le asigne al periodo formativo tiene que cumplir con cuatro aspectos:[5] Esta etapa de la historia prehispánica tuvo diversas denominaciones a lo largo de la historia.[5] Las evidencias arqueológicas que caracterizan a esta etapa son el desarrollo artístico avanzado, una marcada diferenciación social, jerarquización de las deidades, desarrollo arquitectónico público-monumental, comercio de artículos exóticos y materias primas a larga distancia, crecimiento demográfico sostenido; por todo esto G. Willey y P. Phillips sostienen que esta etapa es el inicio del urbanismo en América (tanto en el área mesoaméricana como en los Andes centrales); sobre el incremento demográfico en este período, Lanning sostiene que la población en la costa moche superó los 2 millones de habitantes.[5] Durante este período coexistieron los vicús, gallinazos y cajamarcas; cercanos a los mochicas.[5] Más al sur, los tiahuanaco mostraron un desarrollo sociopolítico sin precedentes, superando las dificultades que representaba su entorno ecológico (el altiplano sobre los 3800 m s. n. m.).Según estudios hechos por Kolata, los tiahuanaco desarrollaron una agricultura con excedentes que permitieron la subsistencia de la élite.[5] Otras civilizaciones que llegaron a un nivel de complejidad cultural considerable durante este período fueron los limas, nazcas, huarpas y recuayes, todas en el actual Perú.[5] Durante este período surge el fenómeno político huari y se consolida la expansión tiahuanaco.Si bien es cierto, la institucionalización del poder en las civilizaciones andinas ya se había dado en épocas anteriores, es durante este período en el que alcanza un alto grado de complejidad que hasta la llegada de los españoles solo sería superado por los incas.El quechua, el idioma oficial del Imperio incaico, se convirtió en una lengua franca en Sudamérica.
Concha de
Spondylus crassisquama
. El
Spondylus
era un material altamente estimado y valioso, del cual se producían numerosos objetos decorativos, religiosos y ceremoniales.