Los cuchimilcos son estatuillas de barro macizo, decoradas con pigmentos, que representan figuras humanas con los brazos cortos y extendidos, como dispuestos para volar o invitando un abrazo.
En las tumbas más antiguas suelen encontrárselas en parejas, hombre y mujer, pero en las posteriores aparecen solo representaciones femeninas.
[1] Estatuillas similares también aparecen en las culturas Lima y Chincha, aunque no en la cantidad que presenta Chancay.
Walter Tosso considera que el cuchimilco es la representación en tamaño menor de un dios muy venerado en la cultura chancay.
Se usaban incluso moldes para fabricarlos, aunque dando algunas características específicas a cada representación, de acuerdo al pedido del solicitante.