A toda esa zona se le conoce como la cuenca binacional del Chinchipe-Marañón.
Se ha propuesto denominar a esta manifestación cultural como Cultura Marañón.
[4] En los otros sitios investigados por el proyecto arqueológico binacional, se hicieron también importantes descubrimientos.
En el lado ecuatoriano, se descubrió en el sitio Santa Ana-La Florida, en el cantón Palanda, una estructura arquitectónica en espiral, semejante a Montegrande, en donde se hallaba la tumba de un personaje principal,[3] así como evidencias del cultivo de cacao que se remontan de 5000 a 5300 años aproximadamente, es decir, 1500 años más antiguas que las halladas en México (hasta entonces se consideraba al cacao domesticado como de origen mesoamericano).
[4] La forma de espiral parece tener un significado especial en las creencias mágico-religiosas del mundo andino.
La razón por la que clausuraron los templos o recintos, enterrándolos, constituye un misterio.
Actualmente, en la zona de Jaén y Bagua, se cultiva un cacao de aroma fino que se exporta a los Estados Unidos y Europa.