Cabezas clavas

Se han encontrado cabezas clavas en las culturas recuay, tiahuanaco y chavín.

No obstante, los ejemplares mejor conocidos pertenecen a Chavín, cuyas cabezas clavas se hallaban empotradas en fila horizontal y en forma equidistante en los muros del templo de Chavín de Huántar.

Se denominan clavas pues cada cabeza escultórica tiene una espiga o estructura alargada en su parte posterior, la misma que servía para fijarla en las concavidades de las paredes, a manera de clavos.

[1]​ Entre 1919 y 1941, el arqueólogo Julio C. Tello logró identificar y recuperar 42 cabezas clavas en Chavín de Huántar,[3]​ las mismas que originalmente se hallaban empotradas en la fachada del Templo o Castillo.

Por desgracia muchas de las cabezas clavas se han perdido, no solo por los desastres naturales, sino también por robos y destrozos causados por el hombre.

Cabezas clavas chavín y recuay en el Museo Larco
Fotografía de Cornelius Roosevelt de 1934 con dos cabezas empotradas. Se asume que la de la derecha, catalogada como la n.° 37 del Museo Nacional Chavín , fue arrancada por el alud de 1945 . [ 2 ]
Cabeza clava en su ubicación original, uno de los muros del templo de Chavín de Huántar
Cabeza clava antropomorfa.
Cabeza clava con gesto de silbido o soplido en el Museo nacional Chavín .
Dibujos de algunas de las caras esculpidas en las cabezas clavas; según una teoría, representarían rostros de sacerdotes bajos los efectos de alucinógenos, que, siguiendo una secuencia, irían de la euforia inicial hasta las alucinaciones perturbadoras.