[2] Fue reclutado en un ejército de trabajadores para el lado bolchevique durante la Guerra Civil Rusa.
[5] Cuando se le preguntó por qué trabajó en el sector cooperativo de la economía, Kosyguin respondió, citando un eslogan de Vladímir Lenin: «¡Cooperación: el camino al socialismo!»[6] Permaneció allí durante seis años.
En aquella época, aunque los miembros del Politburó ganaban un salario comparativamente modesto, tenían acceso ilimitado a bienes de consumo, por esto Stalin le pidió que pusiera la casa en orden.
Evidentemente las asignaciones como ésta lo hicieron impopular entre ciertos miembros del liderazgo soviético.
De acuerdo con sus memorias, Kosyguin nunca dejó su hogar sin recordarle a su esposa qué hacer si no regresaba del trabajo.
En este último cargo viajó al extranjero, principalmente por misiones comerciales, a países como por ejemplo Corea del Norte, India, Argentina e Italia.
[8] Cuando Jrushchov fue destituido como líder en octubre de 1964,[14] Kosyguin asumió el cargo de Presidente del Consejo de Ministros que ocupaba Jrushchov en lo que inicialmente fue un liderazgo colectivo, con Leonid Brézhnev como Secretario General y Anastás Mikoyán como Presidente del Presidium, siendo sustituido posteriormente por Nikolái Podgorni.
[15] El nuevo Politburó tenía una visión más conservadora que la que se vio bajo Jrushchov; Kosyguin, Podgorni y Andréi Kirilenko fueron los miembros más liberales, Brézhnev y Arvīds Pelše pertenecían a la facción moderada mientras que Mijaíl Súslov conservó su liderazgo sobre el ala estalinista del partido.
Este discurso fue solo el comienzo de una gran campaña dirigida contra Kosyguin, en la que varios periódicos, como Pravda y Kommunist, criticaron la labor del Consejo de Ministros e indirectamente a Kosyguin, su Presidente, por planificar la economía de un modo poco realista y usaron contra él la retórica altamente agresiva que anteriormente condenó a Jrushchov.
[17] Sin embargo, Brézhnev no tenía una mayoría en el Politburó y podía contar con solo cuatro votos.
Lamentablemente para Kosyguin esto no era a menudo el caso ya que discrepaba constantemente con Podgorni en la política.
Se convirtió en el principal portavoz sobre la cuestión del control de armamentos.
[30] Sin embargo, su punto de vista de China cambió y según Harold Wilson, un ex primer ministro del Reino Unido, Kosyguin veía a China como una «dictadura militar organizada» que tenía como objetivo esclavizar a «Vietnam y toda Asia».
[31] Durante una visita oficial de una delegación afgana, Kosyguin y Andréi Kirilenko criticaron a los dirigentes afganos Nur Muhammad Taraki y Hafizullah Amín por su comportamiento represor de estilo estalinista.
Prometió enviar más ayuda económica y militar, pero rechazó cualquier propuesta relativa a una posible intervención soviética, ya que según Kosyguin, una intervención en Afganistán podría generar tensión en las relaciones exteriores de la URSS con Occidente, principalmente con Alemania Occidental.
[36] Brézhnev rechazó su oferta para producir más bienes de consumo durante el Décimo Plan Quinquenal.
[38] Así como Jrushchov, Kosyguin intentó reformar la economía planificada dentro de un marco socialista.
Brézhnev permitió que la reforma siguiera porque la economía soviética estaba entrando en un período de bajo crecimiento.
Sin embargo, la reforma tuvo éxito en la creación de asociaciones, una organización que representa a varias empresas.
Los poderes del Presidente del Consejo de Ministros disminuyeron hasta el punto en que Kosyguin se vio obligado a discutir todas las decisiones tomadas por el Consejo de Ministros con Brézhnev.
Al final de su vida, Kosyguin temía por el fracaso completo del Undécimo Plan Quinquenal (1981-1985), afirmando que el liderazgo de ese momento estaba poco dispuesto a reformar la estancada economía soviética.
Su muerte fue pospuesta durante tres días, ya que había fallecido en la víspera del cumpleaños de Brézhnev.
Fue enterrado en la Plaza Roja de Moscú[52] y fue elogiado por Brézhnev como una persona que «trabajó desinteresadamente por el bien del Estado soviético».
[52] En comparación con otros funcionarios soviéticos, Kosyguin se destacó como un líder pragmático y relativamente independiente.
Un antiguo compañero anónimo de Kosyguin dijo que «siempre tuvo una opinión propia y la defendió.
Era visto por los diplomáticos occidentales como un pragmatista «con un exterior glacial que era ortodoxo si no rígido».
[50] Kosyguin resultaría ser un administrador muy competente, con el nivel de vida soviético aumentando considerablemente debido a su cautelosa política reformista.
[22] El autor Ilyá Zemtsov describió a Kosyguin como alguien «decidido e inteligente, un administrador excepcional» y afirmó que se distinguió de los demás miembros del liderazgo soviético por su «extraordinaria capacidad de trabajo».
[61] Durante su vida, Kosyguin recibió siete Órdenes y dos premios del Estado soviético.
[62] Durante una visita oficial a Perú en la década de 1970 junto con Leonid Brézhnev y Andréi Gromyko, los tres fueron galardonados con la Orden El Sol del Perú por el presidente Francisco Morales Bermúdez.