Durante la Segunda Guerra Mundial se unió a las fuerzas soviéticas en 1941, como oficial.
Fue tomado reo por los nazis en 1942, en la ciudad de Ruzhevo (en la actual Bielorrusia).
Se reincorporó a las fuerzas soviéticas y participó en diferentes batallas hasta lograr ascender a mayor.
Fue elogiado en Leningrado en 1945 después del final de la guerra.
Fue arrestado en 1949 y se lo sometió a la farsa judicial conocida como el Caso de Leningrado.