Deshielo de Jrushchov

El deshielo de Jrushchov o el deshielo en la Unión Soviética (en ruso: хрущёвская о́ттепель, romanización jrushchóvskaya óttepel o simplemente óttepel, pronunciación xru ɕ ɕovskəjа ˈotʲɪpʲеlʲ[1]​) se refiere al período entre 1956 y 1964 en la Unión Soviética, en el que la represión política y la censura fueron parcialmente relajadas debido a las políticas de desestalinización implementadas por el entonces nuevo líder soviético Nikita Jrushchov.

Además, el nuevo dirigente intentó promover una política de coexistencia pacífica con las principales potencias occidentales.

Este último tenía el revelador título oficial de “Sobre el culto a la personalidad y sus consecuencias”.

Jrushchov y Zhúkov se necesitaban mutuamente para eliminar a sus respectivos adversarios dentro de la élite política soviética.

[1]​ Promovió a Brézhnev al Presidium (Politburó) y lo hizo cabeza del directorio político del Ejército Soviético y de la Armada Soviética además de ayudarle a que alcanzase otras prominentes posiciones.

[14]​[12]​ Las políticas dictatoriales implementadas por el fallecido Stalin fueron denunciadas por su sucesor Nikita Jrushchov casi tres años después de producida su muerte en el célebre discurso secreto “Sobre el culto a la personalidad y sus consecuencias”.

[20]​ Al mismo tiempo emergió un clima de agitación política y social en Polonia que sería conocido como “Octubre polaco”.

Pero Jrushchov aprovechó nuevamente la importante influencia a su favor del mariscal Gueorgui Zhúkov.

En general, sus intentos de realizar reformas administrativas le terminaron creando más problemas personales que beneficios.

En un movimiento político para intentar debilitar la burocracia estatal, Jrushchov reemplazó los centralizados ministerios industriales de Moscú con Sovnarjozes (“Consejos económicos populares”) regionales, creándose nuevos enemigos dentro de la jerarquía burocrática del gobierno soviético.

La idea encontró una fuerte oposición entre los comunistas del núcleo duro, éstos se quejaban de que este era tan pequeño que en realidad la mayoría de trabajadores seguirían teniendo muy poco poder adquisitivo.

[12]​[1]​ El cambio hacia la parcial liberalización cultural era necesario, pero solo fue posible tras la muerte de Iósif Stalin.

Jrushchov aprovechó la importante ocasión para remarcar su nuevo perfil político, anticipar sus deseadas metas sociales y para mostrarse a sí mismo como un nuevo líder “más humano” y completamente diferente de Stalin.

Por primera vez la Unión Soviética estaba abriendo sus puertas al mundo,[25]​ Por otro lado en 1958, tuvo lugar en Moscú el primer Concurso Internacional Chaikovski.

Las presentaciones de música rusa brindadas por este joven rusófilo occidental terminaron cautivando al público.

Algunos escritores y compositores previamente prohibidos, como Dmitri Shostakóvich, Serguéi Prokófiev, Anna Ajmátova y Mijaíl Zóschenko, entre otros, volvieron a la vida pública como resultado del relajamiento de la otrora férrea censura estalinista.

La situación en el propio frente interno fue por momentos aún más espectacular: Por ejemplo, en 1962, Jrushchov autorizó personalmente la publicación de la novela corta Un día en la vida de Iván Denísovich, del notable escritor y exprisionero del Gulag Aleksandr Solzhenitsyn.

[1]​ Todo esto solo fue posible a partir de los importantes cambios políticos internos iniciados por Nikita Jrushchov.

Esto fue reforzado por la inicialmente cauta actitud pacifista mostrada por el entonces presidente de los Estados Unidos, el general Dwight Eisenhower.

Las actitudes mostradas hasta entonces por ambos dirigentes permitieron, según un dicho del propio Nikita Jrushchov, “romper el hielo”.

La antedicha cumbre de Ginebra y su propia visita oficial a los Estados Unidos en 1959 estaban encaminadas en esa dirección.

No obstante, al mismo tiempo intentaba fomentar sutil o subrepticiamente la subversión comunista en el mundo occidental.

Ante ese recrudecimiento en la confrontación ideológica entre ambas grandes potencias, Jrushchov dio su visto bueno a los germano-orientales para que construyesen el tristemente célebre Muro de Berlín en 1961.

El deshielo de Jrushchov causó una transformación social y cultural sin precendentes en la Unión Soviética.

Durante este período relativamente convulsionado surgieron poetas populares como Bulat Okudzhava, Yevgueni Yevtushenko, Andréi Voznesenski, Bela Ajmadúlina y la superestrella Vladímir Vysotski, quienes contribuyeron a cambiar para siempre el hasta entonces oficialista panorama cultural soviético, dominado por el realismo socialista.

Estas construcciones serían conocidas con el nombre de jrushchovkas, en clara referencia al apellido del mandatario soviético.

Las reformas económicas estaban contempladas por Alekséi Kosyguin, un fuerte aliado de Nikita Jrushchov, que era presidente del Comité Estatal de Planificación en 1959, y desde 1960 miembro pleno del Presidium (también conocido como Politburó desde 1966).

Aunque gobernaron la Unión Soviética en épocas diferentes, ambos iniciaron reformas dramáticas, cuyas consecuencias no pudieron prever en gran medida, ni tampoco controlarlas.

Ambos esfuerzos duraron unos pocos años y fueron apoyados por la gente en general -en particular por los intelectuales o la intelligentsia-, a la vez que fueron resistidos por los políticos de línea dura o por la “vieja guardia” del PCUS.

Ambos líderes terminaron fracasando, aunque con resultados completamente distintos para el futuro de su país.

El líder supremo Iósif Stalin junto a un joven Nikita Jrushchov , en el Kremlin de Moscú , durante 1936.
De izquierda a derecha: Nina Kujarchuk , Mamie Eisenhower , Nikita Jrushchov y Dwight Eisenhower en una cena de gala que tuvo lugar en 1959, durante la visita oficial del líder soviético a los Estados Unidos .
Nikita Jrushchov en 1961, durante un encuentro oficial con el entonces recientemente asumido presidente estadounidense John Kennedy .
Alianzas europeas durante la Guerra Fría .
Pactos militares antagónicos durante el mismo período histórico.