La agricultura ecológica, orgánica o biológica[1] es un sistema de cultivo de una explotación agrícola basada en la utilización óptima de los recursos naturales, sin emplear productos químicos sintéticos u organismos genéticamente modificados (OGMs) en ninguna parte del proceso (ni como abono ni para combatir las plagas).Esto se consigue aplicando, siempre que sea posible, métodos agronómicos, biológicos y mecánicos, en contraposición a la utilización de materiales sintéticos para desempeñar cualquier función específica del sistema.En esta práctica se puede tomar en cuenta los policultivos que, a diferencia de los monocultivos, no provocan la erosión del suelo ni evitan que se aprovechen los recursos del suelo.Debe potenciarse al máximo la prevención mediante unas adecuadas prácticas de cultivo que aseguren el buen desarrollo de las plantas y, por tanto, que estas sean más resistentes.Como son: La principal condición que debe cumplir un apero, es no voltear el suelo en profundidad para no alterar el orden natural del suelo, trabajando con tempero y no abusando de los mismos, evitando en parte de esa forma los efectos indeseables del laboreo mecánico como la mineralización del suelo y la compactación del mismo por el peso de la maquinaria.Atendiendo a razones prácticas e históricas, las razones para utilizar el laboreo mecánico son: Consiste en alternar plantas de diferentes familias y con necesidades nutritivas diferentes en un mismo lugar durante distintos ciclos, evitando que el suelo se agote y que las enfermedades que afectan a un tipo de plantas se perpetúe en el tiempo.También se debe introducir regularmente en la rotación una leguminosa y alternar plantas que requieren una fuerte cantidad de materia orgánica, y la soportan parcialmente o incluso sin fermentar (papa, calabaza, espárragos, etc.), con otras menos exigentes o que requieren materia orgánica muy descompuesta (acelga, cebolla, guisantes, etc.).Esta práctica muy extendida en el cultivo ecológico, puede obtener diversos tipos de mejoras.La agricultura biológico-dinámica, creada en 1924 por Rudolf Steiner y denominada agricultura biodinámica se basa en los fundamentos y propuestas de estudio vinculados a la vertiente filosófica antroposofía, cuyo autor es el mismo Steiner.«Desde el punto de vista conceptual, la Agricultura Biodinámica promueve una agricultura que reconoce y utiliza las fuerzas energéticas de todos los seres vivos y no se restringe a la visión materialista predominante de lo que en esa época se conoció como “la nueva agricultura científica”».En 1943, Lady Eve Balfour publicó su libro The Living Soil, en el que promueve la idea de que la salud del suelo y la salud del hombre son inseparables.Desde entonces esta asociación se ha convertido en líder mundial en el establecimiento de normas y capacitación en agricultura orgánica.Los sistemas de producción orgánica, llamada «biológica» por los franceses e italianos y «ecológica» por los alemanes, se iniciaron como movimiento alternativo con mayor fuerza en los años 1960 en Europa y Estados Unidos.Gracias a la popularidad de esta revista, se funda el Instituto Rodale que hoy es reconocido internacionalmente por su investigación y capacitación en agricultura orgánica.Los agricultores orgánicos reciben ahora el apoyo en curso en el reconocimiento de los beneficios ambientales que prestan y esto está animando a más agricultores para tratar sus tierras de forma orgánica.Propuesta por el biólogo y monje Zen budista japonés Masanobu Fukuoka, desde la década de 1950.Propone para ello un tipo de vida y agricultura que permita este proceso.«Un cultivo bien nutrido es más resistente al ataque de plagas y enfermedades lo que favorecerá a hacer menos aplicaciones de plaguicidas y eso a su vez conservar mejor el ecosistema del suelo».En 1983, Mokichi Okada, filósofo japonés, realizó estudios e investigaciones y desarrolló, en Japón, una corriente similar a la agricultura natural, que denominó agricultura mesiánica, que se inició alertando a las personas del peligro de consumir alimentos contaminados, por el uso abusivo de agrotóxicos.Existen otras corrientes que son importantes por tomar conceptos de estas escuelas y mezclarlos siguiendo los mismos principios orgánicos o biológicos, pero se encuentran desde el punto de vista técnico, en las corrientes descritas anteriormente, con denominaciones como ecológica, regenerativa o sostenible, terminología de carácter más amplio, que busca establecer un puente entre el diálogo científico y la transición tecnológica, conceptos que unidos deberán ser aplicados a la agricultura.En él se especifica claramente las técnicas autorizadas en este tipo de cultivo.En esos casos solo se hace notar el origen ecológico de los ingredientes.El caso es que ya desde hace unos cuantos años, la legislación española prohíbe el uso del término «natural» en la publicidad; lo hace literalmente de esta forma:[13] En resumen, está justificado desconfiar de todo producto que en su promoción o publicidad use la palabra «natural».
Finca de agricultura ecológica en
Bustarviejo
(España)
Imagen de campos de cultivo circulares en
Kansas
, fin de junio de 2001. En verde los cultivos en crecimiento.
Maíz
en prefloración.
Sorgo
, muy parecido al maíz, crece más despacio (más pequeño, posiblemente más pálido).
Trigo
oro brillante al cosecharse, boreal, en junio. En castaño, lotes recientemente cosechados y arados, en barbecho por el año.
Mosto
producido desde
uva
ecológica (nótese como al no tener autorización en el proceso, no se vende como producto ecológico).
Comparación del impacto ambiental de la agricultura orgánica frente a la convencional. Un valor de 1,0 significa que el impacto de ambos sistemas es el mismo; valores superiores a 1,0 significan que los impactos de los sistemas orgánicos son mayores (peores). En la mayoría de los parámetros, la agricultura orgánica obtiene peores resultados que la agricultura convencional.