La tolerancia a alguna sustancia se produce cuando, como resultado de su administración continuada, el sujeto presenta menor sensibilidad a ella.
Así, la dosis habitual de la sustancia produce menos efectos, con lo que se necesitan dosis más altas para producir los mismos efectos.
Se puede desarrollar tolerancia a algunos efectos de una sustancia y no a otros; incluso se puede desarrollar sensibilización (por ejemplo: en el caso del alcohol una persona puede tardar más en emborracharse, necesitar más dosis, pero ser igual o más sensible a otros efectos, como la resaca, por una peor metabolización).
La tolerancia farmacocinética (tolerancia disposicional) se debe a que una menor cantidad de la sustancia en cuestión alcanza el sitio donde afecta.
La tolerancia farmacodinámica (respuesta reducida) se da cuando la respuesta a la sustancia disminuye debido a mecanismos celulares.