Pan paniscus

[3]​[4]​ Los bonobos se ven raramente fuera de su hábitat natural, por lo que no son tan conocidos como los chimpancés comunes.

Los bonobos típicamente viven 40 años en cautiverio; se desconoce su esperanza de vida en su ambiente natural, pero casi con certeza es mucho más corta.

[5]​ La especie se caracteriza por la tendencia a que sus individuos andan erguidos en ocasiones, por su cultura matriarcal e igualitaria, y por el papel preponderante de la actividad sexual en su sociedad.

Se basó en un cráneo conservado en el museo de Tervuren, en Bélgica, traído un año antes por el anatomista estadounidense Harold Coolidge como perteneciente a un joven chimpancé.

[8]​[9]​ Sin embargo, una explicación más aceptable es que proviene de la palabra «ancestro» en un antiguo dialecto bantú.

Schwarz publicó sus hallazgos en 1929, clasificando al bonobo como una subespecie de chimpancé, Pan satyrus paniscus.

Como el 98 % de su ADN es idéntico al del Homo sapiens,[17]​ están más emparentados con los humanos que con los gorilas.

Sin embargo estos cambios propuestos en la taxonomía no son viables, ya que complicaría y no considera la taxonomía de otras especies extintas que están más estrechamente emparentadas con la humana; como es por ejemplo las del género Australopithecus.

Por ello, el consenso científico no considera que sea necesario ni conveniente estos cambios, que se basan exclusivamente solo en la distancia genética entre el chimpancé y el ser humano, ignorando otros criterios taxonómicos importantes: como pueden ser los morfológicos, adaptativos, etc.

Actualmente, estas dos especies están separadas por el río Congo, que existía mucho antes de la fecha de divergencia, si bien los Pan ancestrales pueden haberse dispersado a través del río utilizando corredores que ya no existen.

[23]​ Según los antropólogos australianos Gary Clark y Maciej Henneberg, los antepasados humanos pasaron por una fase parecida a la de los bonobos en la que se redujo la agresividad y se produjeron cambios anatómicos asociados, ejemplificados en el Ardipithecus ramidus.

[26]​ El bonobo es más grácil que el chimpancé común, pudiendo llegar a medir un metro de altura.

Tiene la cara negra con labios rosados, orejas pequeñas, orificios nasales anchos, y pelo largo en la cabeza.

Estas características, junto con su postura, les dan a los bonobos una apariencia más humana que los chimpancés comunes.

Este no es el comportamiento de los machos o hembras bonobos, que tienen límites territoriales más laxos y cuando se encuentran con otros grupos suelen establecer relaciones amistosas.

Los bonobos son los únicos primates (aparte de los humanos) que han sido observados realizando todas las actividades sexuales siguientes: sexo genital cara a cara (principalmente hembra con hembra, seguido en frecuencia por el coito hembra-macho y las frotaciones macho-macho), besos con lengua y sexo oral.

Los bonobos son activos desde el amanecer hasta el crepúsculo, y viven siguiendo un patrón fisión-fusión: una tribu de cerca de un centenar se dividirá en pequeños grupos durante el día mientras buscan comida, y luego se reúnen por la noche para dormir.

A diferencia de los chimpancés comunes, de los que se sabe que ocasionalmente cazan otros monos, los bonobos son principalmente frugívoros, aunque también comen insectos y ocasionalmente se les ha visto atrapando pequeños mamíferos como las ardillas u otros primates.

[41]​ Los bonobos pasan la prueba del espejo, que sirve para demostrar la conciencia de uno mismo.

Dos bonobos, Kanzi y Panbanisha, han aprendido 500 palabras de un idioma compuesto por lexigramas mediante los cuales se pueden comunicar con humanos gracias a un teclado especial.

La reciente guerra civil en la República Democrática del Congo, impulsada por la explotación ilegal de recursos naturales, ha tenido un impacto apreciable en los bonobos y su población total.

En Salonga, el único parque existente en el hábitat del bonobo, no hay adhesión local hacia el movimiento de conservación, y un estudio reciente indica que el bonobo, el elefante de bosque africano y otras especies han sido severamente devastadas por cazadores furtivos.

De acuerdo con la doctora Amy Parish el proyecto Bonobo Peace Forest será un modelo para el movimiento conservacionista en el siglo XXI[44]​ Esta iniciativa ha estado ganando peso y un mayor reconocimiento internacional, y recientemente ha ganado un mayor apoyo a través de Conservation International, el Global Conservation Fund, US Fish & Wildlife Services, Great Ape Conservation Fund, y el Great Ape Survival Project de las Naciones Unidas.

Organizaciones como la World Wide Fund for Nature, la African Wildlife Foundation, y otras, intentan centrar la atención en el riesgo extremo que corre la especie.

Bonobo en el zoo de Cincinnati, mayo de 2005.
Pareja de bonobos en el Zoo de Cincinnati, septiembre de 2005.
Bonobo "pescando" termitas en el Zoo de San Diego, agosto de 2005.