En forma general las personas consideran este tipo de beso algo muy placentero y sumamente íntimo.
El beso francés se llama así porque a principios del siglo XX, en el mundo anglosajón, los franceses habían adquirido la reputación de tener prácticas sexuales más aventureras y apasionadas.
El beso francés conlleva un riesgo moderado de transmitir el VPH.
[5][6] El Centro para Prevención y Control de Enfermedades considera que es improbable la infección o transmisión de la hepatitis B mediante el beso francés.
[7] Ocasionalmente se puede transmitir la sífilis mediante un beso francés prolongado,[8] pero para ello es preciso que exista una herida abierta.