Resolución de conflictos

El filósofo presocrático Heráclito escribió que: el conflicto es el promotor del cambio y a su vez es consecuencia de este.

[4]​ Sin embargo, esta postura no fue seguida por las escuelas filosóficas posteriores, que vieron en el conflicto una fuente de desorden individual y social.

Del mismo modo, en la tradición judeocristiana, el conflicto fue considerado un elemento negativo que debía ser neutralizado por medio de la persuasión o la sanción.

Las críticas preguntaban si realmente es posible «resolver» un conflicto, o si su «resolución» es, en muchos casos, un objetivo deseable.

La transformación del conflicto está más relacionada con los procesos de pacificación, y a que no solo interesa eliminar o controlar el conflicto sino describir, entender y cambiar las causas que lo generan.

Representación del conflicto.