[1] En todos los vertebrados, salvo los ciclóstomos y los peces no crosopterigios, las cavidades nasales se comunican a través del techo de la boca con la faringe y forman las coanas, lo que permite que, además de cumplir la función olfatoria, sirvan como vías respiratorias.[1] En los seres humanos, la nariz está situada centralmente en la cara, en la mayoría de los otros mamíferos se encuentra en la parte superior del hocico.En los ciclóstomos, la única bolsa se abre en el extremo del hocico o en la parte superior de la cabeza.Esta configuración permite que, además de cumplir la función olfatoria, la nariz sirva como vía respiratoria.La nariz se divide en dos compartimentos, estando separados por el tabique nasal, este presenta dos orificios de salida denominados narinas.Debajo de cada cornete existen unos espacios denominados meatos, que comunican la nariz con los senos paranasales y también desemboca allí el conducto nasolacrimal.Las paredes nasales están revestidas por mucosas que tienen como función esencial el acondicionamiento del aire inhalado.En las épocas de desecación la apertura anterior permanece cerrada por la mucosidad que rodea al pez, así estas fosas siguen siendo un órgano puramente olfativo.Los anfibios anuros presentan una apertura externa reducida, pueden tener una o varias cavidades nasales.[2] Los reptiles son los primeros vertebrados independientes del medio acuático, precisando de una nariz con poder olfativo y, sobre todo, respiratorio.En el medio presentan una concreta en forma de cornete que divide la cavidad nasal en dos partes, la superior ejerce la función olfativa, estando conectada con el encéfalo, mientras que la inferior hace las funciones respiratorias, abriéndose en la cavidad bucal.Los saurios y ofidios (camaleones, lagartos, serpientes, etc.) presentan una fosa más amplia, estando abierta al exterior y a la cavidad bucal, con un cornete en la pared externa en la cara inferior en la que está ubicado el epitelio respiratorio, mientras que en la superior está el olfativo.La parte anterior es respiratoria y la posterior olfativa, no poseyendo ningún órgano de Jacobson.[2] Las aves presentan unas características anatómicas nasales que las acercan a la morfología de los mamíferos superiores.Durante su desarrollo tienen un órgano de Jacobson incipiente que se atrofia en el ave adulta.Al predominar la función respiratoria las fosas nasales ya no terminan en la cavidad bucal sino que lo hacen en la faringe formándose, así, un paladar completo.[2] Según la capacidad olfativa los mamíferos se pueden dividir en: La nariz presenta una doble función: es el órgano primario que se utiliza en la olfacción de los diferentes vertebrados, así como también, en la mayoría de estos, forma parte del aparato respiratorio.En el ser humano, la nariz se encuentra situada en la parte media de la cara, entre la boca y la frente.Formada por hueso, cartílago, músculos y piel, está tapizado interiormente por una porción de la mucosa pituitaria.Sin embargo, en la parte posterior, cada cavidad nasal continúa hacia la nasofaringe a través de una abertura llamada coana.En los seres humanos, debido a la naturaleza especial del flujo sanguíneo a la nariz y su área circundante, existen conductos que van directamente al cerebro, por tal motivo existen riesgos de que una infección pueda extenderse al cerebro, cuadro de extrema gravedad.A finales del siglo XX la rinoplastia es en un sentido eminentemente estético, convirtiéndose en una de las operaciones más realizadas.
De izquierda a derecha: Cabezas del
gavial
de la
India
(
gaviales gangeticus
), del aligátor americano (
Alligator mississippiensis
), y de un
cocodrilo americano
(
Crocodylus acutus
).
La nariz del
perro
es muy sensible; como en muchos otros mamíferos, el
olfato
está muy desarrollado.
La humanización se caracteriza por la regresión del
prognatismo
y la aparición de una nariz protuberante (un elemento del cráneo no conservado ya que estaba formada por cartílago).
Trompa de un elefante
Nariz de lado
Nariz de una mujer con una característica joroba ósea
Un paciente de rinoplastia tres días después de la operación. Los procedimientos incluyeron la reducción del hueso dorsal y el restablecimiento y perfeccionamiento del
cartílago
de la punta nasal. La coloración típica orbital también está presente a causa de un trauma y los trastornos de los vasos sanguíneos alrededor de los ojos. También hay presente un
férula
.