Este es un hábito extremadamente común; algunas encuestas y estudios incluso llegan a catalogarlo como universal, e indican que la persona promedio se hurga la nariz cuatro veces al día.
Aunque se trata de un hábito común, también es un tema ligeramente tabú en casi todas las culturas.
Aunque el hurgarse la nariz parece ser un hábito casi universal entre los humanos, el observar a otro hacerlo generalmente causa una sensación de desagrado.
[9] De cualquier modo, el hurgarse la nariz no debe afectar el sentido del olfato, ya que la cavidad nasal donde se encuentran los nervios olfativos están localizados demasiado arriba como para alcanzarlos sin un esfuerzo especial.
Por otro lado, un grupo pequeño de médicos sostiene que el hurgarse la nariz, combinado con la ingestión del moco nasal así extraído, puede ser beneficioso para el sistema inmune.