María Malibrán

Cuando Rossini fue interrogado por quiénes habían sido los más grandes cantantes que había conocido, respondió: María Felicia García Sitches (nombre de pila: Joaquina Felicia Sitches) fue la segunda hija de Manuel García y Joaquina Briones.La Malibrán llegó al mundo mientras su padre triunfaba en París en 1808, tras huir de su nativa España por entonces ocupada por Napoleón.Sin embargo ya en 1811 la familia debió huir nuevamente esta vez a Nápoles en donde trabaron estrecha amistad con Rossini, quien escribió su papel del Conde de Almaviva para Manuel García.En la ciudad norteamericana, la familia se convirtió en el foco cultural de su época, pues fueron los primeros en representar ópera en los Estados Unidos.A pesar de su triunfo, el enfrentamiento con Henriette Sontag fue inevitable desde un comienzo y si bien la Malibrán poseía claras ventajas sobre la soprano, tanto público como críticos se dividieron en opiniones.A su primera actuación siguieron Ninetta en La gazza ladra, Rosina en Il barbiere di Siviglia y Semiramide ocasión en la que tuvo a su lado al Arsace de Rosmunda Pisaroni, según muchos la única cantante que se le podía acercar en perfección vocal.En esa misma temporada ocurrió el reencuentro con su padre que había vuelto desde América con problemas financieros.Los alarmados empresarios del Italien viajaron rápidamente a Bruselas para tratar de convencerla de volver a cantar, explicándole la catástrofe económica que le provocaría al teatro su partida cuya temporada descansaba completamente en sus apariciones como artista principal.A la frialdad y crítica iniciales siguieron estruendosos aplausos que la consagraron en esa noche como la nueva diva de Italia.Un crítico italiano describió su arte en la siguiente manera: «La poderosa impresión que ella produce tiene su origen en su extrema sensibilidad.El embarazo fue todo un escándalo de la época pues la cantante aún se encontraba legalmente casada con Eugene Malibran.En la primavera de 1833 regresó a Londres esta vez al Drury Lane en donde había sido contratada para veinte funciones.El mismo Vincenzo Bellini se encontraba en Londres para supervisar la puesta en escena de una producción con la que tenía bastantes reservas.Su éxito se vio confirmado por un contrato firmado con el duque Visconti por 420 000 francos por 1080 presentaciones distribuidas en cinco temporadas, que incluía transporte y alojamiento.La presencia de la Malibrán en La Scala fue aprovechada por las ciudades vecinas como Senigallia, Bolonia, Lucca, Nápoles y Venecia.Tras un largo litigio con Eugene Malibran y la ayuda del marqués de Lafayette, la cantante pudo obtener finalmente el divorcio alegando que su nacionalidad al momento de casarse no era francesa sino española por lo que el matrimonio era no válido.Agonizó durante ocho días durante los cuales se le practicaron todos los tratamientos disponibles en la época, sin embargo la fiebre, el decaimiento y las fuertes migrañas y dolores internos sumados a lo que resultó ser un embarazo terminaron por minar su estado general.En su tumba se puede leer un epitafio escrito por Lamartine: La Malibrán está asociada a las óperas de Rossini.Sus contemporáneos, como Bellini, Rossini, Donizetti, Chopin, Mendelssohn y Liszt, admiraban la intensidad de su presentación en escenario.Si alguna crítica se le podía hacer era la poca homogeneidad del registro que, al estar sometido a un extensión demasiado amplia, mostraba un crisol de colores en toda la gama, defecto acusado también en su rival Giuditta Pasta.En 1833 Irene o l’assedio di Messina una ópera totalmente olvidada pero que en su debut en el San Carlo de Nápoles provocó las más entusiastas críticas.Dos días más tarde la cantante se volvió a presentar en el mismo papel pero esta vez con un final alternativo escrito por Pacini para su lucimiento.El mismo año apareció en una composición de Lauro Rossi llamada Amelia ovvero Otto anni di costanza.La ópera no tuvo el éxito esperado sobre todo por la insistencia de la cantante en incluir una pieza para baile en la que se la juzgó como insuficiente.Especialista en Rossini la artista descolló en los grandes títulos que le ofrecía el compositor de Pésaro.La Malibrán sentía gran predilección por las melodías bellinianas y a pesar de la mutua atracción artística el compositor nunca pudo legarle una ópera escrita especialmente para ella, si bien se lo había prometido.La Malibrán cantaba la ópera en la tonalidad original que tampoco estaba compuesta para una soprano aguda o tradicional pues fue hecha pensando en la voz de Giuditta Pasta (la otra gran soprano sfogato) cuyo repertorio coincidía en gran medida con el de la Malibrán.Lo cierto es que la Malibrán adornaba la línea vocal escrita con varias notas extras ya fuesen agudos o bien graves extremos, su sello personal e inimitable.Encargada la composición por la Philharmonic Society fue ejecutada finalmente en 1834 y 1836 para caer luego en el olvido más absoluto.Sus dos únicas grandes rivales fueron Henriette Sontag, única que podía quitarle algo del favor del público, y por otro lado Rosmunda Pisaroni, la única contralto que se le podía acercar en contundencia y perfección vocal, sin embargo, su rostro deformado por la viruela como su visión defectuosa la limitaron a cierto repertorio de carácter no pudiendo brillar nunca en papeles de heroínas frágiles y trágicas.
María Malibrán
Retratada por Henri Decaisne .
María Malibrán.
Retrato de Malibrán.
Retrato de María Malibrán.
Teatro Malibrán en Venecia.
Malibrán en La Scala de Milán.
Tumba de María Malibrán en Bruselas.
Cartel de La Sonnambula de Vincenzo Bellini.
Busto de la Malibrán