Se suelen diseñar con magnificaciones de hasta 5× (habitualmente 3×) para minimizar el temblor en las imágenes y mantener un amplio campo de visión.[2][3] Una versión posterior de los clásicos binoculares de teatro del siglo XIX se hizo popular a mediados del siglo XX.Consisten en cuatro lentes (dos oculares y dos objetivos) montadas en el interior de una pequeña caja metálica rectangular (de aluminio o acero, aunque también existen versiones más baratas en plástico).Cuando se abre la tapa de la caja, las lentes se elevan mediante un sencillo mecanismo articulado, formando un prisma triangular con las dos tapas, conformando unos sencillos binoculares.Su principal ventaja es el poco espacio que ocupan una vez plegados (sus dimensiones son un poco mayores que las de un billetero, por lo que se pueden llevar fácilmente en un bolsillo), y además la propia caja sirve de funda protectora del binocular.
Binoculares plegables
Binoculares de teatro de
nácar
con funda de cuero.