María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo

Participó en varios conciertos para recaudar ayuda, comenzó recaudando para los griegos que luchaban por su independencia del Imperio Otomano, pero siguió haciéndolo con otras situaciones de emergencia teniendo en todos un gran éxito.

[2]​ En 1840 Santa Cruz y Montalvo hizo una visita a la ciudad donde nació, La Habana para arreglar asuntos de familia.

En forma epistolar a sus conocidos fue dando cuenta de este viaje y estas cartas serán el futuro libro que dedicó a Leopoldo O´Donnell, que era entonces gobernador general de Cuba.

En España fueron eliminadas las que criticaban el régimen colonial y en Cuba fueron ampliamente rechazadas.

Sin embargo, su vida personal fue desgraciada ya que su amante le hizo sufrir con sus continuas infidelidades y además la llevó a la ruina.

[4]​ Aunque tuvo cuatro hijos y dos nietos, no hay descendientes directos de ella en el siglo XXI.

[3]​ La Condesa escribió sus obras en francés aunque las traducciones al castellano fueron casi inmediatas y en algún caso, como en su Viage á la Habana, con importantes diferencias textuales ya que recortó sustancialmente el texto original pasando de los cuatro tomos de la edición francesa a un tomo único de la española, lo que supuso reducir 36 cartas a 10.

En ella contó su infancia en la gran casa de su bisabuela y su estancia en el convento del que escapó.

La carta XX, dirigida al Barón Dupin, conocido antiesclavista, era un ensayo sobre la esclavitud que había publicado 3 años antes: Los esclavos en las colonias españolas.

En ellos las escritoras opinaban sobre temas que solo trataban hombres y la Condesa decidió también dar su opinión.

[9]​ La versión española consta de las cartas escogidas para no molestar y, por tanto, destacan lo exótico y lo costumbrista de la isla eliminando toda intención reformista que sí había en la versión francesa.