Pero continuó su formación por su cuenta con ayuda de todos los libros que estuvieron a su alcance, estudiando por las tardes.Este empleo le dejaba tiempo suficiente para acceder a la biblioteca privada del conde.Acompañando a los hijos de este, Lambert emprendió entre 1756 y 1758 diversos viajes formativos, visitando los principales centros intelectuales de Europa y trabando contacto con numerosos sabios.Así, llegó a ser miembro de la Sociedad Científica suiza (Société Scientifique).Lambert perteneció a los más sobresalientes matemáticos y lógicos de su época.En esta obra introdujo la noción y el término de «albedo».Además, investigó la teoría del megáfono, siendo él mismo duro de oído desde su nacimiento.Este trabajo preparó los posteriores de Gaspard Monge y Jean-Victor Poncelet.Se le deben numerosos artículos sobre trigonomía esférica (1770), aunque la noción de ángulo sólido aún no está claramente definida.Lambert también realizó importantes aportaciones en la teoría del conocimiento, a la que consagró su obra Neues Organon, oder Gedanken über die Erforschung und Bezeichnung des Wahren (Nuevo Organon, o pensamientos sobre la investigación y designación de lo verdadero, 2 vols., Leipzig, 1764).Según sus propias palabras en la «Introducción», la obra se inspiraría especialmente en Christian Wolff y John Locke, por lo que en la primera parte, la dianoiología, se atiene particularmente al primero; de hecho, existen numerosas semejanzas con la obra de Wolff, Vernünftige Gedanken von den Kräften des menschlichen Verstandes (Pensamientos racionales sobre las fuerzas del entendimiento humano, Halle, 1713).Lambert es considerado un representante del racionalismo —si bien fue crítico con la ontología de Gottfried Leibniz y Wolff, llevando más lejos la crítica que había realizado Christian August Crusius—[4] y un importante predecesor de Kant, con quien mantuvo una viva correspondencia.