Esta paz fue interrumpida por la invasión musulmana bajo el mando de Abd-el-Rahman, cuyas tropas saquearon Narbona y Carcasona.
Odón el Grande se enfrentó a otro ejército sarraceno liderado por Al-Samh y le venció en sangrienta batalla, pero otro general sarraceno (Ambessa) reconquistó Carcasona, Béziers, Agde, Nimes, etc. y murió en un combate contra Eudes.
Durante la guerra de los Cien Años, el Languedoc fue invadido por borgoñones e ingleses.
Aquí fue donde el delfín Carlos se refugió tras entregar París a los ingleses.
El Languedoc quedó enfeudado permanentemente a la Corona francesa bajo la política del Cardenal Richelieu.
Tras la Revolución francesa el poder central parisino celoso por crear un estado unitario abolió las divisiones territoriales tradicionales fragmentándolas en departamentos, desde los años 1970 el poder central francés con sede en París ha establecido un sistema de regionalización que de ningún modo contempla las características históricas o culturales dentro del actual estado francés sino que atiende a criterios burocráticos de mayor eficacia en la gestión de los recursos económicos, es de este modo que ha reaparecido el nombre del Languedoc pero no correspondiendo exactamente a su territorio auténtico y adjuntado con el territorio del Rosellón y Alta Cerdaña (o Pirineos Orientales).
Véase el artículo principal: Idioma occitano El nombre la provincia de Lenguadoc[1] hace referencia a la lengua occitana que ya se usaba en el medievo,[2] y que se habla en esta región y en otras vecinas.