[23] Una desventaja de los híbridos eléctricos es su peso ligeramente más alto que el convencional, debido al sistema eléctrico adicional y que la tracción del mismo es mecánica, como transmisiones y palieres a las ruedas, conectada al motor térmico del mismo.Un vehículo medio convencional, si se emplea mayoritariamente en ciudad o en recorridos largos y estacionarios a velocidad moderada, ni siquiera necesitará desarrollar 20 CV (14,7 kW).Dado que el mayor consumo de los vehículos se da en ciudad debido a las paradas continuas, los motores eléctricos constituyen un ahorro energético notable; mientras que un motor térmico necesita incrementar sus revoluciones para aumentar su par (fuerza del motor), el motor eléctrico en cambio tiene un par constante, es decir, produce la misma aceleración al comenzar la marcha que con el vehículo en movimiento.Otro factor que reduce la eficacia del rendimiento en recorridos muy transitados es la forma de detener el vehículo.Estos componentes están formados por metales pesados y aglomerantes que pueden ser tóxicos, tanto en la manipulación para la fabricación de esos componentes, durante el uso (en forma de polvo desprendido en las frenadas) como durante su vertido final o reciclado.La eficacia del híbrido eléctrico se nota sobre todo en el uso en ciudad; la energía es más limpia y el motor eléctrico que es más simple mecánicamente, tiene menor consumo de aceite lubricante y, dado que trabaja a bajas temperaturas por no haber combustión, puede ser mucho más duradero que un motor de combustión interna y con pocas piezas de desgaste, como pueden ser los rodamientos.Al contrario, supone un ahorro, puesto que parte de la energía eléctrica es obtenida a base de recargar las baterías en frenadas o retenciones del vehículo o al descender pendientes, momentos en los que la energía cinética del vehículo se disiparía, transformaría en calor irrecuperable para ser más exactos, con frenos tradicionales.Además, posibilita emplear solamente la energía eléctrica en arrancadas tras detenciones prolongadas como, por ejemplo, los semáforos, o estacionamientos y mantener el motor térmico parado en estas situaciones en las que no es empleado, o se requiere de él una potencia mínima, sin comprometer la capacidad para retomar la marcha instantáneamente.La energía eléctrica es un recurso energético puente (no primario) que almacenado en baterías también se agota.El motor eléctrico, para sustituir al térmico, se considera actualmente un gran avance de economía sostenible.En cambio, en un futuro a medio plazo, en el que el precio del petróleo se dispare por su escasez y la única forma de suplir esta carencia sea aumentar la eficiencia y emplear biocombustibles de mayor coste de producción que el petróleo en la actualidad, el vehículo híbrido seguramente pase de considerarse un lujo solamente para ecologistas convencidos y pudientes,[25] a una forma aceptable de transporte por carretera, pero si el precio del petróleo o los biocombustibles bajan, los consumidores continuarán usando estos combustibles.La Administración Nacional para la Seguridad Vial de Estados Unidos ha propuesto instalar en los vehículos híbridos y en los eléctricos emisores de sonido que funcionen cuando se desplacen a poca velocidad.Muchos sistemas híbridos eléctricos permiten recoger y reutilizar la energía cinética, que se escapa en forma de calor al frenar, gracias al uso del freno regenerativo, aunque actualmente este sistema también se utiliza en algunos vehículos no híbridos de alta gama.[40] Asimismo, el Proyecto Electrobús financia la adquisición de autobuses híbridos eléctricos.[41] Existe un modelo híbrido enchufable fabricado en España denominado Castrosua Tempus, financiado por dicho Proyecto.[42] El progreso en las ventas de los vehículos híbridos ha sido continuado en los siguientes años.