[2] El turbocompresor se inventó a principios del siglo XX por Alfred Büchi, un ingeniero sueco, director de las investigaciones en motores diésel en Gebrüder Sulzer, en la empresa Winterthur.
[6] En aquel momento, la tecnología de los cojinetes del motor no era lo suficientemente avanzada para soportar un turbo.
[9][10] Generalmente, los motores turbodiésel se consideran más flexibles que los diésel atmosféricos, ya que estos últimos tienen menos par, aunque más velocidad punta a altas velocidades.
Tanto el turboalimentado como el sobrealimentado aumentan la potencia mediante presión de aire en los cilindros del motor.
Durante los 90, los motores turbodiésel se empezaron a utilizar en los Estados Unidos en camiones ligeros.