Personalidad casi inabarcable, se definió a sí mismo como "periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general", campos todos en los que destacó.Él mismo militó más tarde en ese partido tras pasar primero por el Frente de Liberación Popular (FELIPE), ingresando en 1961; incluso llegó a ser miembro de su Comité Central; luego estuvo también en Iniciativa per Catalunya (ICV).Colabora además en diversas publicaciones como Solidaridad Nacional, Tele/eXprés, Por Favor y más tarde en El País e Interviú, en los que escribió hasta su muerte.En este mismo año abandona la militancia activa, como ya había hecho su esposa en 1967, aunque no las ideas marxistas, y aparece su novela Recordando a Dardé junto a una serie de relatos; es su primera incursión en la narrativa.Y en 1972 publica la primera novela cuyo protagonista es el detective privado Pepe Carvalho, sin duda su personaje más popular, Yo maté a Kennedy.[1] En 1995 recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas en reconocimiento a toda su obra.Después, solo publicó el volumen Ciudad, en 1997, y la antología de poesía erótica Ars amandi en 2001.Todo ello estructurado sobre dos conceptos fundamentales que darán nombre a sus poesías completas: la memoria y el deseo.Esta serie, protagonizada por el detective Pepe Carvalho, fue un vehículo expresivo del autor para legar una crónica sociopolítica, histórica y cultural de los últimos 40 años.Las novelas sirven al mismo tiempo para dar rienda suelta a la pasión desatada del escritor por la gastronomía.[13] En su testamento dejó dispuesto que tras su muerte se le incinerara y que sus cenizas fueran esparcidas en la pequeña Cala Montjoi, en la Costa Brava de Gerona, donde se encontraba el reputado como mejor restaurante del mundo, El Bulli.[14][13] Escribió ensayos sobre periodismo, política, sociología, deporte, historia, cocina biografías, literatura o música y durante cierto tiempo se le tuvo como un experto en franquismo.La construcción de columnista (1960-1973)', se rememora su debut en la prensa falangista y las posteriores dificultades para encontrar trabajo, tras una condena por un delito político.En el primer periódico que le contrata, Tele/eXprés, prosigue con sus pruebas con la ficción y luego en la revista Triunfo ya se convirtió en una referencia con sus reportajes de nuevo cuño y las columnas en las que mezclaba comentarios políticos con personajes de ficción.