Cárites

Estaban asociadas con cualidades buenas y deseables para el hombre, como el encanto, la belleza y la creatividad humana; así como también tenían influencia sobre los ciclos de la fertilidad en la naturaleza.[1]​ Tanto Arato como Teócrito escribieron poemas con el nombre de Las gracias.[2]​ Las augustas cárites, de hermosos bucles,[3]​ a menudo aparecen amenizando festines y danzas.[3]​ Se dice que bañaron y ungieron con divino aceite a Afrodita;[7]​ tejieron el peplo de Harmonía[8]​ y junto con la Persuasión (Peito) adornaron a Pandora con dorados collares.[12]​ En cuanto a su abolengo, la versión más común, citada en la Teogonía, dice que Eurínome, una hija de Océano de encantadora belleza, le alumbró a Zeus las tres gracias de hermosas mejillas, llamadas Aglaya (Ἀγλαΐα, «belleza»), Eufrósine (Εὐφροσύνη, «júbilo») y la deliciosa Talia (Θαλία, «abundancia»).[23]​ El nombre Calé en este pasaje ha llevado a algunos críticos a pensar que Homero también menciona los nombres de dos cárites, Pasítea[24]​ y Calé, y que kalê debería escribirse en consecuencia con mayúscula inicial: «Al salir, la vio Caris, la del espléndido velo, bella (καλή, kalê)».En un banquete (charistía) se obsequiaba con una tarta a quienes permanecían despiertos durante todo el tiempo.En efecto, entre los atenienses honran desde antiguo a las cárites Auxo (Αὐξώ, de «germinar») y Hegémone ( Ἡγεμόνη, «soberana»).En Atenas, delante de la entrada a la Acrópolis, hay también tres cárites y ante ellas celebran un misterio, secreto para la mayoría.En una medalla perteneciente al humanista Pico della Mirandola se pueden leer las identidades de las gracias con nombres latinos parlantes: Castidad (Castitas), Belleza (Pulchritudo) y Deseo (Voluptas), sin duda adapatadas del filólogo renacentista Ficinio, en sus comentarios sobre El banquete platónico.
Las cárites en un fresco del siglo I en Pompeya .