El jacinto común u holandés y la especie de jardín H. orientalis fueron tan populares durante el siglo XVIII que se cultivaron más de dos tipos en los Países Bajos, el principal productor.
Los jacintos producen una única y densa espiga de fragantes flores en tonalidades rojas, azules, blancas o amarillas.
En la actualidad, se reconocen solamente tres especies en el género Hyacinthus, aunque algunas autoridades colocan H. litwonowii y H. transcaspicus en el género emparentado Hyacinthella, dejando el Hyacinthus como monotipo.
El mito cuenta que un día, Apolo y Jacinto estaban jugando a tirar discos.
Mientras moría Jacinto, Apolo hizo que se convirtiera en una flor (el Hyacinthus) con sus sangre.