En la mitología griega, Jacinto o Hiacinto[1] fue un joven héroe amante del dios Apolo.
[2][3][4] Otros dicen que era varias generaciones más joven y lo hacen hijo, en cambio, de Ébalo.
El festival solía durar tres días, un día para llorar la muerte del héroe divino y los otros dos para celebrar su renacimiento.
Ateneo de Náucratis cuenta que durante las Jacintias los niños tocaban la cítara y cantaban himnos en honor a Jacinto.
El poeta Nono de Panópolis menciona que Apolo resucitó a Jacinto.
Para Bernard Sergent la muerte y resurrección de Jacinto representa el paso a la edad adulta.
Und dein' Augen küss' ich gerne, Weil sie meine Morgen-Sterne Por su traducción al español: aprieto tus tiernas mejillas, adorable, hermoso Jacinto.
Sin embargo, a menudo se le representa en la cerámica griega antigua en compañía de Céfiro, siendo elevado por este dios del viento o practicando el coito intercrural (entre los muslos).