Además, la región se configura en varios valles perpendiculares a la costa, lo que también hace difícil las comunicaciones transversales.[1] En la actualidad se está intentando corregir con varias obras y proyectos.Las principales vías de comunicación terrestres utilizan los mismos corredores ya usados en la época romana para trazar sus calzadas, articulando y favoreciendo el desarrollo fundamentalmente de la zona litoral, paralela al mar Cantábrico, y la del valle del Besaya, que conecta con la Meseta central.Este segundo nivel en la jerarquía de la red viaria permite llegar a los valles por los que no pasan las carreteras nacionales e interconectarlos entre sí, asimismo.Esta malla es mucho más tupida en La Marina, densamente poblada y urbanizada.Estas líneas se clasifican en dos grupos: las de cercanías y las regionales.Las líneas regionales son las demás, operadas con autobuses interurbanos, que no necesariamente conectan la ciudad de Santander.Como se ha comentado, Cantabria tiene un relieve difícil para construir infraestructuras de transporte, es por lo cual que la red ferroviaria esté poco desarrollada y sea poco eficiente, a pesar de los intentos por extender el ferrocarril por la Comunidad, como por ejemplo fueron el inconcluso eje Santander-Mediterráneo por el Túnel de la Engaña o la línea convertida en vía verde Astillero-Ontaneda.Se prevén construir nuevos o remodelar los puertos deportivos existentes en las siguientes localidades: Cantabria posee el Aeropuerto Internacional de Santander, popularmente conocido como Parayas, está situado en el municipio de Camargo en terrenos ganados a la bahía.Las compañías que operan en él son Air Nostrum, Iberia L.A.E., Volotea, Vueling y Ryanair.Cantabria cuenta con cinco vías verdes, algunas acondicionadas y señalizadas, mientras que otras aún están por adecuar.Esta tarjeta no se puede usar en las líneas o servicios tanto ferroviarios como por carretera estatales (las que salen de Cantabria).