[1] El término fue aplicado por primera vez por Franz Liszt, que escribió trece composiciones de este género.[2] La música descriptiva fue sin duda el mejor camino para transmitir obras literarias, ya fueran de carácter religioso, épico, heroico, fantástico, etcétera, pero será con el poema sinfónico donde esta encuentre su más fuerte forma de expresión.Lo opuesto a poema sinfónico sería la música absoluta, en la que los sonidos no tratan de evocar ningún argumento literario.[6][7] Sin embargo, Franck no publicó ni interpretó su pieza; tampoco se propuso definir el género.[12][13] Liszt encontró su método a través de dos prácticas compositivas, que utilizó en sus poemas sinfónicos.[17][18] Sin embargo, Liszt perfeccionó la creación de estructuras formales significativamente más largas únicamente a través de la transformación temática, no solo en los poemas sinfónicos sino en otras obras como su Segundo Concierto para piano[17] y su Sonata para piano en si menor.Los compositores que desarrollaron el poema sinfónico después de Liszt fueron principalmente bohemios, rusos y franceses; los bohemios y rusos mostraron el potencial de la forma como vehículo para las ideas nacionalistas que se estaban fomentando en sus respectivos países en este momento.[21] Al hacerlo, escribe Hugh Macdonald, Smetana siguió "un patrón sencillo de descripción musical".[26] Además, al mostrar cómo aplicar nuevas formas para nuevos propósitos, Macdonald escribe que Smetana "comenzó una profusión de poemas sinfónicos de sus contemporáneos más jóvenes en las tierras checas y Eslovaquia", incluidos Antonín Dvořák, Zdeněk Fibich,y Vítězslav Novák.[22][23] En estos cuatro poemas, Dvořák asigna temas musicales específicos para personajes y eventos importantes del drama.[28] Nikolai Rimski-Kórsakov escribió obras orquestales que se clasifican como poemas sinfónicos, su "cuadro musical" Sadko (1867-1892) y Skazka (Leyenda, 1879-1880), originalmente titulado Baba-Yaga.Tanto sus suites sinfónicas Antar como Scherezade están concebidas de manera similar a estas obras.Mendl, escribe en The Musical Quarterly que Chaikovski estaba especialmente bien dotado por temperamento para la composición de poemas sinfónicos.Por esta razón, los compositores franceses se sintieron atraídos por los elementos poéticos del poema sinfónico.Anteriormente había experimentado con la transformación temática en su obertura Spartacus; más tarde lo usaría en su Cuarto Concierto para piano y su Tercera Sinfonía.Si bien d'Indy llamó a su trilogía Wallenstein (1873, 1879-1881) "tres oberturas sinfónicas", el ciclo es similar al Má vlast de Smetana en su alcance general.Bülow interpretó la Serenata de Strauss y encargó otra obra al joven compositor.[35] Strauss dejó Meiningen en 1886 para ocupar un puesto de director en Múnich, lo que le permitió encuentros regulares "para intercambiar ideas nobles y escuchar las enseñanzas del Lisztciano Ritter", que se había trasladado a Múnich en septiembre de 1886.Se convenció de que el deber de un artista incluía crear "una nueva forma para cada nuevo tema" y abordó este problema con Macbeth, la pieza que se convertiría en su primer poema sinfónico en toda regla.Por lo general se emplea una gran orquesta, a menudo con instrumentos adicionales, y se utilizan a menudo efectos instrumentales para la caracterización aguda, como reproducir el balido de las ovejas con latón, así como cañas en el Quijote.De repente, unas trompas fuertes y continuas sobre una orquesta que trina abren la segunda parte: la fuente del tritón.El tema solemne pasa de la madera al metal y adquiere un carácter triunfal.Los dioses de dos caras abren grandes puertas y portones para marcar el comienzo del año nuevo.Respighi aprovecha la oportunidad para incluir el verdadero sonido de un ruiseñor, algo que jamás se había hecho.Amanecer cubierto de neblina: una legión avanza por la Vía Apia bajo el resplandor del sol que recién se asoma.Tras una exitosa recepción le escribió a Aino: «he sido reconocido como un «artista» consumado».Originalmente concebida como una ópera mitológica, Veneen luominen («La construcción del barco»), en una escala similar a la de Richard Wagner, Sibelius más tarde cambió sus metas musicales y el trabajo se convirtió en una pieza orquestal en cuatro movimientos.La pieza, en re mayor, fue elogiada en su estreno como «la mejor evocación del mar jamás producida en la historia de la música».[48] Consta de dos temas que Sibelius poco a poco desarrolla en tres etapas informales: en primer lugar, un plácido océano; en segundo lugar, una tormenta; y tercero, el poderoso choque de una ola que constituye el clímax.En palabras del crítico estadounidense Alex Ross, «resultó ser la declaración musical más grave y concentrada de Sibelius».
Smetana
La fortaleza de Vyšehrad, evocada musicalmente en el primer poema
Má vlast
de Smetana.
Modest Musorgskiy, 1870
Alexander Skrjabin
Michael Wolgemut,
La danza de la muerte
(1493) del Liber Chronicarum de Hartmann Schedel, evocada musicalmente en la
Danse macabre
de Saint-Saëns.