Le chant du rossignol

En la versión para orquesta, Stravinski reutiliza gran parte de la música del segundo y tercer actos.

Posiblemente debido a esta reacción del público permitió que Diáguilev lo transformara en un ballet.

"Había destinado Le Chant du Rossignol para la sala de conciertos, y una representación coreográfica me pareció totalmente innecesaria", afirmó en su autobiografía.

Todos están fascinados por su canto e ignorar el verdadero Ruiseñor, que se marcha.

Los motivos de la historia incluyen lo natural frente a la artificial, con la yuxtaposición del ruiseñor real con su reemplazo mecánico.

Stravinski no grabó esta música durante sus extensas sesiones de grabación para Columbia Records.

[2]​ Sin Embargo, Fritz Reiner y la Orquesta Sinfónica de Chicago grabaron el ballet para RCA Víctor en "Living Stereo," un proceso pionero que usaba tres pistas de grabadores de cinta magnética y tres micrófonos, en el Chicago Orchestra Hall.

Henri Matisse y Léonide Massine con un ruiseñor mecánico en 1920. Exposición de ballets rusos en el Museo-Biblioteca de la Ópera de París