Feste romane

[1]​[2]​[3]​[4]​ La composición finalizó en 1928, cuatro años después de Pini di Roma.

Todo comenzó en 1913 cuando Respighi se trasladó a Roma desde su ciudad natal, Bolonia.

En la ciudad eterna las "maravillosas fuentes" y los "pinos como paraguas que aparecen en todas partes del horizonte" eran dos características que, en palabras del propio compositor, "[han] hablado a mi imaginación por encima de todo".

[5]​ Al parecer fue el sonido del gorgoteo peculiar de la fuente del Valle Giulia lo que inspiró para empezar a escribir su primer poema sinfónico Fontane di Roma.

[2]​ Cuando las brisas angulosas, disonantes y jazzísticas invadieron el clima musical de Europa tras la Primera Guerra Mundial, Ottorino Respighi se preparó con confianza para hacer frente a la tormenta.

[10]​ La partitura está escrita para una gran orquesta sinfónica romántica formada por:[10]​ Se trata de una configuración estándar de orquesta sinfónica, a la que se unen algunos instrumentos inusuales destinados a evocar los sonidos que podrían haberse escuchado en Roma en épocas anteriores: el órgano, la mandolina, los tavolette y tres buccinas.

Emprenden la marcha y el trote del caballo hace tintinear sus cascabeles durante e rato hasta que se eleva en el aire una melodía de amor, confiada primero al registro agudo de los violines y luego al clarinete.

El fondo inicial de la fiesta se caracteriza por las trompetas populares que, confiadas al ritmo petulante y un tanto ácido del clarinete piccolo, emergen y luego se hunden en el caos de la plaza.

Un trombón tenor casi jazzístico nos ilustra los movimientos del juerguista borracho.

Le sigue una vasta sección en la que aflora el tema del stornello popular "Lassàtece passà, semo Romani" ("¡Déjennos pasar!

La vuelta cada vez más frenética al ritmo del saltarello nos lleva hacia la alegre conclusión sobre un motivo vigorosamente marcado por toda la orquesta.

Asimismo valora el cuarto movimiento, La Befana, como "exuberante, casi orgiástico" y "mucho más variado y satisfactorio musicalmente" que el igualmente explosivo Finale de Pini di Roma.

Respighi en 1936.
Buccina, imagen de la Enciclopedia Británica (12.ª ed.).
Ruinas del Circo Máximo .
Vista de Roma desde el Monte Mario .
Vista de campos cerca de Roma (Fritz Petzholdt)