Sangre (gastronomía)

La morcilla es aquella salchicha hecha cocinando sangre de un animal con un relleno hasta que espesa lo suficiente como para coagular cuando se enfría.Entre los rellenos más habituales se cuentan la carne, la grasa, el sebo, el pan, la cebada o la avena.Algunas variedades son el drisheen (Irlanda),[2]​ la moronga, el black pudding, la blutwurst, la zungenwurst, la prieta, el kishka (o kaszanka), el biroldo, la mustamakkara, el verivorst, el sundae y muchos tipos de boudin.El Nam Tok tailandés es una sopa picante enriquecida con sangre de vaca o cerdo cruda.En Portugal y Brasil se prepara un plato tradicional llamado cabidela cociendo pollo o conejo en su propia sangre, a veces diluida con vinagre.La sangre también puede freírse o tomarse fresca, justo después de que el animal se sacrifique.Este plato es conocido también en Java como saren, preparándose con sangre de pollo o cerdo.Por cultura, generalmente a causa de la creencia religiosa, algunos pueblos y comunidades consideran que la sangre es un alimento tabú.En la Biblia, la sangre fue prohibida por el Concilio de Jerusalén (Hechos 15:19-21) y sigue estándolo entre algunas comunidades cristianas, entre ellas los ortodoxos griegos.
Morcillas de cebolla (Comarca del Maestrazgo, Castellón).
Tapa de patatas guisadas con sangre (en cubitos).
Sangre cocida salteada con cebolla frita, plato típico valenciano.