El caldo negro (en griego antiguo μέλας ζωμός, melas zomós) o sopa negra era un plato tradicional espartano hecho con sangre, vino y vísceras; ascendido a símbolo de la frugalidad de las costumbres espartanas, y la comida fundamental consumida en la sisitía (comida colectiva de los espartanos).Según la leyenda, un hombre de Síbari, una ciudad del sur de Italia famosa por su lujo y glotonería, dijo tras probar el caldo negro que entendía por qué los espartanos estaban tan dispuestos a morir.Plutarco, en la Vida de Licurgo, cuenta que un rey del Ponto, tras haber oído hablar de esta famosa sopa y sintiendo curiosidad, hizo traer a un cocinero espartano para que lo preparase.[3] El mismo Plutarco cuenta que los ancianos espartanos no comían carne (que se dejaba a los jóvenes), prefiriendo alimentarse casi exclusivamente de caldo negro.[4] En la actualidad existen recetas parecidas al caldo negro en diversas partes del mundo: