Aunque existen multitud de recetas, generalmente consiste en vino, trozos de fruta, gaseosa (bebida industrial carbonatada incolora y saborizada con azúcar o edulcorante), algún licor y azúcar.
La sangría, sin embargo, también tiene mucha tradición en Perú, Uruguay,[13] Venezuela y Ecuador.
[cita requerida] En ocasiones las fiestas donde esta bebida es el reclamo principal se conocen como «sangriadas».
El Diccionario de la Real Academia en su edición del 2001 define así la sangría: “Bebida refrescante que se compone de agua y vino, con azúcar, limón y otros aditamentos.”[14] En esa misma edición el diccionario señala que en Ciudad Real, Toledo y Cuenca la sangría recibe el nombre de zurra.
Sin embargo la legislación comunitaria entiende que sangría y zurra son dos bebidas distintas.
[15] La diferencia fundamental estriba en que en la sangría[16] no entran como ingredientes los aguardientes u otros alcoholes fuertes.
En la zurra, en cambio, está presente el brandy u otros aguardientes o bebidas de alta graduación.
De la sangaree afirma que generalmente es un vino enriquecido, endulzado, servido en un cubilete y a menudo helado.
La anterior legislación, vigente desde 1991, asociaba la sangría a los dos países ibéricos, pero no la protegía.
La limonada de vino ha perdurado como una bebida popular, destacando su consumo, especialmente durante la Semana Santa.
[23][24] El cóctel de sangría, por otro lado, ha sido consumido al menos desde la primera década del siglo XIX en Ecuador.
En 1788 el padre Esteban Torres afirmaba en su Diccionario del castellano que la sangría era una; El término parece provenir de la voz inglesa sangaree, la cual, a su vez, se inspiró en la española 'sangre' para denominar este refresco por su color.
La legislación comunitaria, sin embargo, entiende que la sangría hecha con vino blanco se denomina clarea.
[25] La bebida resultante de macerar frutas en vino blanco era conocida en recetarios antiguos con la palabra inglesa cup.
Es conveniente añadir el azúcar en forma de almíbar para que se mezcle uniformemente.
Deben ser frutas carnosas como el melocotón o durazno, albaricoque, pera, manzana y el plátano.
A tenor de la legislación comunitaria, como se ha visto, tal bebida ya no es sangría, sino zurra.
Resulta en la práctica una mezcla de Fanta con vermut o brandy en la que la fruta solo tiene función ornamental.
Es importante que esa antelación no vaya más allá de dos o tres horas antes.
Con su baja graduación alcohólica es muy adecuada para almuerzos y cenas en época estival.
La sangría tampoco puede ser considerada un ponche, pues no admite la doble versión de bebida en frío o en caliente.
Como sucede con otras bebidas de preparación inmediata —el cóctel margarita y otros— se comercializa envasada, generalmente en tetrabrik.
Todas estas normas comunitarias, como es lógico, solo afectan a la comercialización de la sangría envasada.