Jugo de limón

El limón es originario de Asia y llega a América (Haití) en el segundo viaje de Colón (en 1.493), mientras que en Argentina llega a la provincia de Tucumán en el año 1.556 y, como en muchos otros productos, gracias a la corriente jesuítica que conocía sus usos y propiedades.Su sabor ácido característico es proporcionado por el ácido cítrico (encontrado también en otros jugos de frutas) en una concentración del 5 % al 6 %;[3]​ sin embargo, la proporción de este cambia según la variedad y cultivo del limón.[cita requerida] Si se obtiene zumo de la mitad de un limón, la parte sobrante debería ponerse boca abajo sobre un plato limpio para que sus zumos se conserven mejor.Se usa frecuentemente en la cocina para dar un sabor ácido a las preparaciones culinarias y algunas vinagretas.Generalmente se emplea en repostería para corregir sabores demasiado dulces o empalagosos.Se emplea en algunos platos de mariscos y pescados fritos para apagar el sabor del "pescado poco fresco" (o simplemente para mitigar un poco el sabor ligeramente alcalino de los mismos).[5]​ Se empleaba el zumo de limón en el ocultamiento de mensajes escritos en papel (tinta invisible), se emplea como tinta invisible que aplicada escrita sobre un papel, mediante un palillo o cualquier otro instrumento puntiagudo que deje un rastro de este zumo, tras pasar una llama de una vela se puede ver que las zonas mojadas del papel se tornan oscuras, dando lugar a la revelación del texto inicial.Se emplea en la elaboración de ciertos productos lavavajillas ya que su olor y aromas están asociados por regla general con la limpieza e higiene.
Limonero
Corte de un limón abandonando sus jugos.
Limón exprimido.