[7] Desde ese momento, San Bartolo Aguas Calientes pasó a ser parte del nuevo departamento de Totonicapán.
[3] El comisario Francisco Peres indicó que el poblado se ha conocido como Aguas Calientes «por una fuente de Agua Caliente que se encontraba allí cerca»”, y que su nombre «San Bartolomé» o «San Bartolo Aguas Calientes», siguiendo la tradición de los conquistadores españoles de nombrar a los poblados que fundaban con el nombre del santo venerado el día de fundación.
[3] El poblado era conocido anteriormente con el topónimo «Chimequená», que proviene de las raíces K’iché Chi: «Aquí mequén» (español: «caliente») y «a» (aféresis de «já» - español: «agua») la cual significaría «Lugar del Agua Caliente».
San Bartolo Aguas Calientes cuenta con una extensión territorial de 8 kilómetros cuadrados.
En la crónica del franciscano Francisco Vásquez escrita a finales del siglo xvii, se menciona que el pueblo de «Momostenango, con el de Agua Caliente y Chiquimula en que había más de 400 tributarios, fuesen a sí mismo cabecera y convento» es decir que el convento para los tres poblados estaba en Momostenango, siendo los otros dependientes o adyacentes.
Fue entonces que los vecinos preocupados por su anexión empezaron con su lucha según indica documento enviado al coronel Miguel Aguilar Peláez, colaborador afín del presidente Ubico, en donde explican la antigüedad del municipio y le piden que interceda ante el Presidente para lograr la desanexión, sin coseguirlo.
En 1942 se retomó la decisión de recuperar la autonomía municipal, pero esto fracasó por los continuos errores, e incluso en vano se le pagó un viaje a España a varios personajes del poblado para hacer los reclamos.
Desafortunadamente, mercaderes de Huehuetenango pasaban con sus bestias por San Bartolo y hubo un grupo de asaltantes que les robaran sus mercaderías; la población de Momostenango llegaron a San Bartolo a capturarlos y se los llevaron para aquel municipio en donde los colgaron en el parque central y luego les prendieron fuego.
[3] Desde entonces se creó un pacto de caballeros en la cual el primer alcalde por consenso general fue el señor Secundino C. Pérez.
Los habitantes del municipio de San Bartolo Aguas Calientes, en un 10% son descendientes del pueblo k'iche' los cuales en la actualidad han perdido costumbres y tradiciones, según dicen por la sistematización que en la antigüedad se exigía hablar el español.
Cuenta con los servicio básicos de energía eléctrica, agua potable, teléfono, internet, aunque se hace la salvedad que no en todas las aldeas cuentan con esos servicio, además se encuentra de todo en las diferentes tiendas y centros comerciales.
En las aldeas como Tzanjón, Pitzal, Buena Vista, Tierra Blanca, Chocanuleu, Choquí, Patulup y Paxboch existe transporte extraurbano, pero al resto de aldeas se puede llegar solo en vehículos particulares.
[3] Existe red vial que comunica a todas las aldeas; la carretera Interamericnaa pasa por Tzanjón, Tierra Blanca, Pitzal y Buena Vista.
Las aldeas se comunican a través de los alcaldes auxiliares, quienes recogen la correspondencia en la municipalidad.
La actividad agrícola de San Bartolo Aguas Calientes es de subsistencia únicamente, debido a que su terreno es accidentado y no se presta para la agricultura, por lo que la economía se basa en otras actividades.
Y solamente un 7% se dedica al trabajo profesional o académico; de estos, el 90% reside en el área urbana.
[3] La producción agrícola es solo para consumo familiar y no para exportar o poner a la venta, aunque existen algunas excepciones que no son significativas; los cultivos más importantes son: maíz, fríjol, papa, tomate, yuca, café, durazno, ciruela, manzana, lima, aguacate, flores, granadía y hortalizas.
[3] Las comidas más tradicionales del municipio son: Pepián, caldo de pollo criollo, yerba blanca en recado y frijoles negros.