La Rebelión delahuertista también conocida como Rebelión sin cabeza fue un levantamiento armado iniciado en Veracruz, México por Adolfo de la Huerta en contra del presidente Álvaro Obregón y de su candidato a la presidencia Plutarco Elías Calles.
Por su parte, Adolfo de la Huerta, quien figuraba en el gabinete obregonista como Secretario de Hacienda, consideró que el tratado violaba la soberanía nacional y sometía a México a "condiciones humillantes".
Los sindicatos y el Partido Comunista Mexicano describieron la rebelión como Fascista.
O'Neill pasó a liderar varias misiones estratégicas de combate contra los rebeldes.
La zona sublevada occidental líderada por el General Enrique Estrada fue la más prolífera, pues, tenía a su mando a generales experimentados como Manuel M. Diéguez y Rafael Buelna.
[10][16] Ante el declive del movimiento, el bando sublevado se repliega hacía las costas del golfo de México debido a que aún contaban con algunos barcos de la marina en su poder.
[18] El General Greene logró que los regimientos militares 67, 38 y 3 de Comalcalco, Huimanguillo y Frontera pertenecientes a la 12 zona militar al mando del General Vicente González, se sumaran al movimiento rebelde.
[18] El final de la rebelión delahuertista se comenzó a escribir, cuando las tropas federales tomaron Mérida y marcharon rumbo a Tabasco convertido en el último reducto de los rebeldes.
[18] La rebelión delahuertista había durado seis meses, el mismo lapso que Tabasco estuvo sustraído "de facto" del pacto federal.
En 1935, el entonces presidente Lázaro Cárdenas le otorgó la amnistía, y lo nombró inspector general de los consulados mexicanos en Estados Unidos.
va a agobiarnos la más triste situación, nos veremos en una ruina completa, muertas de hambre y sin ninguna protección, -No se acuite comadrita, que a la fecha va perdiendo gran terreno la reacción, pues me dicen que ya Adolfo De la Huerta, las espaldas ha enseñado el correlón.
Comadrita, me despido, son las once y tengo que dar de comer.
-Pues entonces comadrita, ya me animo, que las sirvan y brindemos con placer.