En 1910 se unió al movimiento maderista bajo las órdenes del general Rafael Tapia.
Asistió a la Convención de Aguascalientes como delegado del general Ramón V. Sosa.
Durante periodos de 1917 y 1918, fue jefe de operaciones militares en Michoacán; tuvo que enfrentar ahí a José Inés García Chávez, difícil labor que se agravó por sus conflictos con el gobernador Pascual Ortiz Rubio.
Derrotado por Obregón en Ocotlán, emigró a Estados Unidos.
Tiempo después participó en una incursión rebelde a Baja California, por lo que fue detenido.