José Inés García Chávez
Debido a su baja extracción social sus orígenes son difíciles de localizar.Algunas versiones indican que fue soldado de leva en el Porfiriato y así combatió a Santana Rodríguez Palafox en Veracruz (México).[1] Allí conoció a Gertudris Sánchez, Joaquín Amaro y Anastasio Pantoja con quienes estaría ligado.Durante 1913, Pantoja y Chávez García estuvieron juntos en la toma de Pátzcuaro.Para 1914, se encontraba operando en Michocán bajo las órdenes de Francisco Cárdenas.En diciembre, los carrancistas y villistas toman la Ciudad de México, lo que obliga a los carrancistas de las zonas aledañas a replegarse, por ello el general Francisco Murguía, que estaba en Toluca se debía dirigir a Jalisco y en ese trayecto tendría que pasar por Morelia, ciudad sitiada por sus compañeros Gertudris Sánchez y Anastacio Pantoja.El enfrentamiento entre ambos grupos se pudo evitar, firmándose un pacto en donde Sánchez reconocía a Venustiano Carranza como Primer Jefe.Sin embargo, al momento que Murguía abandonó la ciudad fue emboscado por Amaro y Pantoja.Amaro no fue fusilado pues se pasó al bando constitucionalista y terminó culpando a Pantoja por el incidente.A este suceso se agrega el empuje del entonces coronel Lázaro Cárdenas en contra de los alzados, así como las campañas encabezadas por el general Enrique Estrada con fuerzas provenientes del norte del país y el azote de la gripe española, lo que terminó por diezmar a las fuerzas restantes de García Chávez.El niño corrió todo lo que pudo para dar la voz de alarma.Las familias se concentraron en cuatro puntos del poblado, donde habían construido unas torres en las que guardaron municiones y en dos de ellas unos pequeños cañones hechizos construidos por un improvisado ingeniero de la localidad.Siempre que las tropas del general Chávez atacaban los pueblos de esas regiones, la defensa era desesperada e inútil.Con sus hombres acostumbraba el saqueo, el incendio, la tortura a los vencidos, las mutilaciones, las violaciones a las mujeres de los pueblos caídos, tan acostumbradas por los villistas, eran singularmente crueles al ser cometidas de manera tumultuaria por los “Tigres pintados” de Chávez quienes se caracterizaban por su sadismo, por el resentimiento exacerbado que demostraban.Siguió mandando al estilo villista oleadas de atacantes y desde las torres, disciplinadamente, heroicamente, los defensores mantenían la resistencia.Los federales decidieron ir al lugar del combate y atacaron por la espalda las tropas de Chávez.Durante muchos años los defensores y los hijos de los defensores conmemoraron esa batalla en Huandacareo donde la gente, no los mitos, pelearon en una época de revuelta y caos, por su libertad, por su honor, por su paz.Corrido histórico mexicano : Voy a cantarles la historia (Primera edición ed., "Sepan cuantos..." 675-679).Muerte y fulgor del general José Inés Chávez García.- Tesoros, Fantasmas, Milagros, Aparecidos y Amores en mi Estado de Guanajuato, Tomo III Proeza legendaria (Páginas.